Cangrejos autóctonos junto a los Cortijos
El cangrejo de río autóctono desapareció de una gran parte de nuestros ríos a finales de los años 70, por el envite de la afanomicosis y la degradación de los ecosistemas fluviales. Desde entonces ha sido abandonado a su suerte e incluso condenado a la extinción por muchas administraciones y supuestos científicos y especialistas. Afortunadamente, en los últimos años se han empezado a elaborar algunos planes de recuperación.
El río del Piojo, cuyo nombre tiene que ver, según el saber popular, con la purificación de los cientos de peregrinos que acudían en la edad media al Santuario de Cortes, actualmente tiene una pequeña población de cangrejos autóctonos que nos afanamos en cuidar. A ellos se sumará próximamente una repoblación ejecutada por la Junta de Comunidades. En nuestro país la situación actual del cangrejo autóctono es agonizante y para su conservación resulta necesario aplicar medidas de conservación activa, basadas en un perfecto conocimiento de su situación, planes de reintroducción como el que se va a ejecutar, y medidas de conservación y mejora de nuestros cauces fluviales, en este sentido, los ríos de la cabecera del Guadalquivir, como el Piojo, están a su suerte desde hace más de cuarenta años.