Los colores del otoño.
El azafrán, protagonista de localidades como Lezuza o Munera da color a nuestros campos, su flor, que tiene 6 pétalos de color violáceo, un pistilo de color anaranjado-rojizo y 3 estigmas de color amarillo rojizo de 3 a 4cm de largo es una de las más bellas de esta época del año. El resultado de su tueste, con un proceso totalmente manual, hace que el azafrán con denominación de origen de la mancha sea de los más cotizados del mundo.
Las viñas, con los primeros frios, abandonan su monótono verde para convertir el campo de Montiel y las pocas viñas que quedan en el entorno de la localidad alcaraceña en un auténtico espectáculo para los sentidos. Las variedades rojizas cambian su color hacia tonos rojizos, sin embargo variedades blancas tornan sus hojas hacia colores amarillas.
La aceituna, en la oliva, poco a poco abandona el verde y se va ennegreciendo esperando su recolección y posterior molturación que la convertirá en el oro líquido que da fama al aceite ecológico alcaraceño situándolo entre los mejores del mundo.
Aunque el bosque es el auténtico protagonista del otoño.
El cambio de color en pequeños hayedos, en el bosque de roble de la Torca de los Melojos, uno de los más antiguos de la provincia, choperas, sabinares únicos …sin olvidar el paisaje de pinos que cubre la Sierra de Peñascosa y llega hasta una altura de 1600 M. en la falda del Almenara, o el matorral autóctono que llega hasta la cima (1800 M. ) y que en estos días ya recibe sus primeros copos de nieve.
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